PENSÉ EN UN ORGASMO EN LA NATURALEZA

Me encontré de manera obsesiva en medio de todo lo que era nuestro, de todo aquello que tanto amábamos, lo que nos rodeaba por doquier y no teníamos miedo a sentir en nuestra piel ni que nos entrase por la nariz, por la boca, por cada poro. Estábamos allí, atentos a todo, a cada movimiento, fascinados por encontrarnos envueltos en un halo de misticismo romántico, reunidos en una meta común y única, hacerle el amor a la naturaleza misma y conseguir orgasmos de placer continuos olvidándonos así de las miserias humanas.