Hoy los ángeles están enojados conmigo

Caen las lágrimas del cielo, hoy los ángeles están enojados conmigo. Hoy no les di mi sonrisa que todos los días me piden, hoy no quería darles la felicidad. Uno de ellos bajó a mi ventana y me pregunto porque tenía que ser un día de lágrimas y no de sonrisas repartidas al placer de mi ser, le contesté. Pero mis palabras le dejaron más callado y triste y comprendió que no siempre la luz raya en el corazón de un ermitaño, y que a veces la añoranza y la morriña es importante en las almas que la conciben. El ángel se subió a los cielos y empezó a tronar, a descargar granizo y rayos, a caer todo encima de mi, entonces surgió el milagro porque cuando peor estaba el día, sonreí.