Nuestros desayunos

Compartimos

aquello llamado vida

metáfora de un desayuno

cada mañana.

Y te siento

como el calor de ese café

en mis adentros ardiendo

haciendo cosquillas.

Le llaman amor

como degustar unas galletas

el placer nos sorprende

en los pequeños detalles.

Y te quiero

como el agua necesaria

porque sin ti ya no sé nada

ni me gustaría el futuro.