Recordando que…

Nos casamos un veinte de Mayo

consagrando nuestro amor a nuestra tierra

en un antiguo ritual celta de unión

ligado a nuestro nacimiento.

Yo te prometí fidelidad y lealtad

en todos nuestros senderos y ríos

en todo nuestro mar y océano

en cada montaña y valle.

En todos aquellos rincones de magia

donde las brujas se reúnen y hablan

donde los duendes corretean y bailan

donde los gallegos se aman.

Tu me prometiste abarcar

todo lo demás donde no alcanza la vista

amansar mi corazón y mis latidos

guardar al lobo bien metido en casa.

Me prometiste enseñarme a amar

como únicamente hacen las gallegas

con el coraje y la pasión conquistadora

de haber navegado todo el mundo.

Me prometiste no irte antes

y no dejar de soñar nunca conmigo

pues aunque lo nuestro es para siempre

me ahogaría llorarte.

Un veinte de Mayo me diste un sí quiero

y las hadas llevaron los anillos

los besos y los abrazos se los quedó la luna

y desde ese día por ti muero.