Mordedura
imparable en la carne
la rabia
de un momento inexplicable.
A la sombra
de la necedad del hombre
el perro de la materia gris
se engrandece.
En esa nave
que nos lleva a la locura
sin intermitencias
ni aplausos.
Y nos cambia la vida
todo aquello que es ajeno
a clavar los colmillos en blando
en dejar de ser la perra.