Tus lágrimas son las mías
tu pena la que yo recojo para mi
tu insomnio el mío
tus preocupaciones las siento yo.
Tu vida es parte de la mía
es una conjunción eterna para siempre
avisando que como dos
todo lo que sucede se comparte.
Y todo esto como terremoto
hace que nuestros sentimientos fluyan
como parte de algo único
como cuerpos aliados.
Si nos cuidamos ambos
podremos volar bien alto
tener esa visión de conjunto
a un largo pero muy largo plazo.