Me compadezco
de mis tinieblas de la rabia
de la baba cansina
de mi menstruación exorbitante.
Me auto castigo
por los neumáticos de mis caderas
mis longanizas colgantes
las medias rotas.
Me infrinjo dolor
al meter los dedos escamosos
al peinarme con herradura
buscando la suerte esquiva.
Me tolero a mi misma
en el saco de las obscenidades
allí donde me vuelvo serpiente
a mi gente devoro.