Sentir
todo aquello que había desaparecido
que se había muerto
por culpa del tiempo.
Sentir
esos amaneceres sin el pánico
del ruido mental por las noches
sin las dulces caricias de tu alma.
Sentir
que la luz vuelve a tu vida
que las lágrimas han dejado paso
a tus besos de fantasía.
Sentir
que te quiero con todo
incluso con lo que no se dice
lo que no es evidente.