¿Se puede confiar
en alguien que no lo hace
en su propia sombra
en sus propios latidos?.
El musculo patético
de una lengua viperina
es como una paja perdida
en un pañuelo rancio.
Retractarse de algo
que no sea lo propio
es tan evidentemente relevante
como la puta vida.
Confiar en la acusación
para darle un millón de vueltas
deja de ser coherente
cuando no lo tenemos en mente.