El reino de los cielos
se gana llenándose de barro
en la lucha del día a día
en la humildad del alma.
De nada te vale
cubrirte de oro y plata
las estrellas no se compran
se regalan de buena voluntad.
Nacimos de la tierra
y en ella volvemos de mil maneras
no esperes regalos de nadie
al final nos vamos solos.
Pueda que exista otro mundo
donde nuestra conciencia se ilumine
pero lo único que sabemos cierto
es que nacemos y morimos.