… Y así me lo dijo.

Un cambio de energía

entre las rocas y las olas

choque directo en las conchas

en las lapas de mi vida.

Allí donde hice el amor

entre lo salado y lo apetecible

a galope del viento

a tu pelo en mi piel.

Donde las gaviotas vigilantes

sentían cierto orgullo

de la bandera por delante

y la marejada del fin de semana.

Donde se otorga libertades

rompiendo el océano en la proa

nobles piratas amándose

más allá de las redes.